Guardo los rayos de la luna en un frasco,
de cada día me quedo con un sueño,
de cada tarde los bostezos por vivir
y de pereza la fuerza para buscarte.
No me encuantro despierto nunca,
antes muerto, que mal vivo,
desperezo las filas de cadáveres,
para estar a su cola...cada noche.
Cada estribillo me llena de sangre
y cada sólo salvaje me llena.
La vida corre tan deprisa
que prefiero consumirla
a mirar con ojos de porcelana
como el presente se pudre
mientras no lo miro.
martes, julio 12, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No, no se pudre...
es otro pensamiento.
Publicar un comentario