El salió de casa dispuesto a cambiar su vida.
Quería buscar trabajo nuevo, amigos nuevos e incluso una nueva novia.
Su vida anterior era monótona, de nueve a seis de lunes a viernes, sábado hiper y domingo comida familiar.
No le dijo nada a ella, ella no se merecía esto, pero vida sólo hay una y no puedes estar toda ella arrepintiéndote.
Al salir vio que las calles eran las mismas, la gente las mismas y las expectativas menores porque el tiempo te va restando ganas, te va haciendo más y más sedentario.
Volvió a casa cabizbajo sabiendo que todo lo más que puedes hacer para cambiar tu vida es planteártelo.
Porque el problema que tenía no era el tedio sino el miedo a perderlo.
viernes, junio 23, 2006
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1 comentario:
La rutina no es una cosa agradable, pero a veces un cambio no viene mal...te lo digo por experiencia ;).
Saludos.
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