Sigo buscando algún establecimiento donde vendan esperanzas, donde vendan motivos, dónde vendan felicidad.
Sólo venden frivolidades, parches y sobre todo te venden un futuro oscuro donde lo que poseas te arrastrará al infierno.
Esos ricos tenderos de vacuidades son nuestros carceleros y verdugos.Ellos llenan de miserables las calles.
Lo siguiente que debería escribir sería algo violento, pero me niego a ser como ellos.
martes, abril 15, 2008
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