jueves, octubre 20, 2005

Un pensamiento

Leyendo el blog del gran zempt,(ver link a la derecha) observo que no soy el único que aprecia la cantidad de tarados que hay por el mundo, gente que convive con nosotros y cuyas excentricidades nos impresionan.
La primera reacción es la risa pero más profundamente a mi me asusta quedarme así, una línea tan delgada separa la vida consciente a una ida de olla que no sabes cuando la puedes traspasar o si lo has hecho.
Lo peor de todo es que no sabes ni por que te puede pasar ni como arreglarlo.Un señor que cuidaba cuando hice la PSS, tenía una de las mentes más claras que he visto en cambio postrado por una embolia en una silla de ruedas apenas podía trasmitir lo que pensaba porque apenas se le entendía, ver la cara de rabía de esa persona me ponía enfermo, el decía que prefería que se le hubiera ido la olla.
Incluso bromeaba al pasar cerca de los contenedores de obras y me decía que le arrojara allí con silla y todo.Este post se lo dedico a Miguel, este señor que en dos años me enseño muchas cosas y pasé ratos muy agradables con el.

1 comentario:

Ángel dijo...

Eso sí que da rabia, lo de Miguel. Entre una muerte así, y una con Alzheimer, que te vas dando cuenta de que fallas, no sé yo...

A veces comprendo a los fumadores: No llegarán a los 80/90 años, pero por lo menos no mueren así. Bueno, una muerte por cáncer también es horrible, pero... Yo me entiendo.