No reconozco ni un momento de mi vida sin música, cuando no la escucho está constantemente en mi cabeza.
Cada canción es alguna pìeza de mi vida, que trae recuerdos, unos buenos y otros malos.
Desde las macarradas de Leño y Baron Rojo que acompañaron mi juventud tirado en la calle con el "loro" de doble pletina.
Pasando por "Bailar pegados" con el cual se intentaba uno arrimar a la moza más cercana.
Después los fatidicos recuerdos del primer desengaño gordo bajo los acordes de "Don´t Speak" de No Doubt.
Las borracheras de Extremoduro, el colegueo con los Helloween...
No se sin música mi vida tendría menos sentido.
viernes, noviembre 17, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Dios... Has puesto "Bailar pegados" en medio de Baron Rojo y Helloween...
Melón, tu vida tiene sentido ;)
Y siempre hay una u otra canción que nos acompaña.
Publicar un comentario