Invasión

A dudas penas Eduardo llegó a su casa, al entrar cansado después de un interminable día de curro en la fábrica sólo quería darse una ducha, cenar y dormir.
- Abelarda, tu marido ha llegado, me doy una ducha y ceno cariño.

Entró directo en el cuarto de baño dejando la ropa tirada por el pasillo, el mono lleno de grasa, las gafas de leer, las botas katiuskas.....

En el cuarto de baño no estaba sólo, en la enorme bañera yacía su mujer con la cabeza apoyada en el rincón, despatarrada y con una enorme y no humanoide criatura verde bamboleando hacia delante y atrás encima de ella.

_ Abelarda por Dios, ¿qué es esto?.

- No es lo que parece amor.(vaya una respuesta original), Dentrifius es del planeta Gallola y ha prometido destruir el planeta tierra sino me acostaba con el en una bañera.

- Ah, vale, cuando termineis me avisais, y gracias por salvar otra vez la tierra cielo.

Eduardo salió contento del baño, su mujer era una auténtica heroina era la cuarta vez que salvaba el planeta esta semana, además sabía que luego mataba al alienígena porque le arrancaba la piel y la dejaba todas las noches ceremoniosamente en el armario.

El mundo sin duda estaba a salvo.