Nadie sabe como ocurrio, pero un día no había cielo.
No habie nubes, ni pajaros, ni sol.
Mirabas arriba y solo veias la angustia del vacio.
Los ricos se quedaron en sus casas, los currantes se fueron al trabajo, los pobres y desheredados se acurrucaron en su rincon de siempre a ver pasar la vida.
Sólo los niños se percataron de que algo fallaba, cuando uno de de ellos pregunto a su madre, el poqué la madre solo supo decirle:
- Ya crecerás y dejarás de mirar al cielo.
viernes, enero 04, 2008
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