Y llegó el momento de la redención de sus pecados, santigüando se entro en el cuarto y despoyenyendose de la ropa se dispuso a descansar tras un montón de horas de trabajo.
Su propia fe le exigía cambiar la vida disoluta por una cuasi monacal y la petinencia de Dios Mahou fue quedarse en casita la noche de un viernes.
Mañana colsutará a los oráculos a ver si es momento de seguir pecando.
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